Sé que más de uno pensará que empecé a tirar la toalla. Que poco me conoce. Que bien me conoce. Sólo han sido once días de descanso. ¿Descanso?. Demasiados. Siempre estuve aquí. Supongo que al final todo volverá a su cauce. Demasiado trabajo. Demasiado estudio. Demasiado frío. Demasiada informática. Hacen que me sienta un poco más abstracto. Misántropo quizá.
Todo el mundo tiene un precio y es en estos días cuando me pregunto: "Tío, ¿tú cuanto vales?" El mundo está en deuda conmigo.
1 comment:
Único creando la expectativa de un nuevo post, en estos días en los que necesito muchas ventanas al exterior. Pero se te perdona por la maravillosa foto y una gran reflexión.
No creo que quiera averiguar cuál es mi precio, por si acaso descubro lo barato que me vendo. Porque el que diga que no tenemos precio, miente.
Besitos
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